Por el contrario, la formación de izquierda apoya la creación de un hotel rural en Facinas, por considerarlo sostenible y razonable
El último Pleno Ordinario del presente mandato municipal ha vuelto a poner de manifiesto las distintas concepciones del urbanismo que diferencian a Izquierda Unida de PSOE y PP. Así, IU ha mostrado su rotundo rechazo a dos puntos del orden del día dictaminados en la Comisión de Urbanismo: una modificación del Plan General en la zona de Quebrantanichos (Atlanterra) con el fin de regularizar unos apartamentos turísticos construidos ilegalmente por la promotora Galería Inmobiliaria, y sobre los que pesa una orden de demolición, de una parte, y un protocolo de intenciones para impulsar la construcción en la zona de la Vega de un complejo turístico-residencial con un campo de golf, de otra. Como es habitual, la formación de izquierdas se ha quedado sola en la oposición a estos proyectos.
En el caso de los apartamentos turísticos ilegales, IU ha fundamentado su rechazo en el informe jurídico de la propia Secretaria General del Ayuntamiento, que desaprueba la modificación puntual del PGOU porque éste es un procedimiento que debe emplearse únicamente desde el interés general, y no para satisfacer los intereses particulares de un promotor que además ha quebrantado la ley. Izquierda Unida, que siempre ha mostrado su rechazo al desarrollo urbanístico de Atlanterra, cree además que con la decisión adoptada en el pasado Pleno se establece un doble rasero entre aquellos ciudadanos a los que se aplica la normativa urbanística y aquellos otros, como es el caso de Galeria Inmobiliaria, a los que se permite modificar la norma para que ésta se amolde a sus desmanes. IU, en definitiva, espera que la Junta de Andalucía, que debe dar la aprobación definitiva a la modificación propuesta, rechace de plano la iniciativa.
En cuanto al Protocolo de Intenciones para la construcción de un complejo residencial y turístico con campo de golf en la zona de la Vega (parcela Loma de Ramos 3-Brocón), la formación de izquierdas ha esgrimido sus argumentos tradicionales: el rechazo a la generación de nuevos núcleos urbanos diseminados de segunda residencia, con los gastos que supone para las arcas municipales; la convicción de que los nuevos suelos hoteleros deben surgir en la trama urbana ya consolidada; la oposición a la vivienda vacacional por su nula capacidad para dinamizar el turismo; y la oposición a los campos de golf por su alto coste ambiental, paisajístico y económico. A estas razones, Izquierda Unida añade la de que el borrador del texto definitivo del Plan de Ordenación del Territorio del Campo de Gibraltar, a punto de ser aprobado por la Junta de Andalucía, califica los suelos sobre los que pretende edificarse el complejo turístico como Zona de Interés Territorial, de la que quedan excluidos los usos residenciales.
Por el contrario, Izquierda Unida sí ha dado su respaldo a la aprobación provisional del PGOU para la creación de un sector turístico en Facinas, porque considera que se trata de un proyecto sostenible y razonable: el de un hotel rural, sin añadidos residenciales, que se integrará en la trama urbana del pueblo y puede estimular el turismo activo en el Parque Natural de los Alcornocales.